La formación en empresas

La formación en empresas es una de las mejores fórmulas para aumentar la productividad y competitividad en éstas. Así, cada vez son más las empresas que optan por conciliar las jornadas laborales con la formación de los trabajadores. De este modo, consiguen unos trabajadores más y mejor formados en el ámbito en el que la empresa está interesada, es decir, normalmente las empresas buscan una instrucción específica de los trabajadores e intentan potenciar su productividad en el área de la que forman parte.

Por ello, hemos recogido algunos puntos clave en este tipo de formación:

1) La formación tiene que ser compartida con el trabajo, por lo que la participación del trabajador en el curso no podrá ser superior a 8 horas.

2) No deberá tener ningún coste para el trabajador. Aunque una gran parte de los cursos reciben subvenciones por parte del Estado, si no fuese así sería la empresa la única que tendría que sufragar los gastos derivados de estos cursos.

3) La empresa deberá responsabilizarse de la asistencia a los cursos. A pesar de que son los trabajadores los que asisten a a los cursos, la empresa debe realizar un seguimiento para asegurarse de que, efectivamente, los empleados se están formando. Dependiendo del tipo de formación que se haya contratado- presencial o a distancia- se tendrá que hacer un seguimiento u otro.

4) Al finalizar la formación será necesario que el trabajador entregue el título que certifique su formación a la empresa. Esto resulta especialmente interesante para que la empresa justifique que se ha hecho el curso, sobre todo, por si se tiene que acreditar a la Administración Pública.